Cerata: Es una estructura con función respiratoria y defensiva de los nudibranquios eolidáceos. Las ceratas suelen ser alargadas y ligeramente globosas, aunque existe una gran diversidad de formas. Muchos nudibranquios del grupo de los eolidáceos tienen la capacidad de ingerir los cnidocitos o cápsulas urticantes de sus presas sin que exploten y los almacenan en las puntas de las ceratas para utilizarlos como defensa propia.
Ctenidio: Es la branquia típica de los moluscos. Las branquias son estructuras con función respiratoria y entre los opistobranquiso encontramos una gran diversidad. Hay opistobranquios con les branquias protegidas por el manto (Aplysia). Otras, tienen las branquias totalmente desprotegidas (Peltodoris atromaculata) y algunos, hasta las han perdido (Flabellina affinis).
Manto: Es un órgano musculoso que recubre las visceras del animal. También es el encargado de secretar la concha característica de los moluscos (interna en el caso de algunos opistobranquios y ausente en los nudibranquios). En algunos nudibranquios del grupo de los doridáceos el manto secreta unas sustancias tóxicas repelentes que obtienen de las esponjas de las que se alimentan.
Rádula: Es una estructura parecida a una lengua que está especializada en el raspado del alimento. Se encuentra en la boca y es característica de la mayoría de moluscos. Está formada por una cinta con muchas hileras de pequeños dientes. La gran variedad de formas de estos dientes hacen, de la rádula, un carácter clave para la identificación y diferenciación de muchas especies que no se pueden distinguir a simple vista.
Rinóforo: Es el órgano olfativo de los opistobranquios. Se utilizan para detectar partículas disueltas en el agua que provienen de presas u otros individuos. Pueden tener formas muy diversas y tienen la capacidad de retraerse en caso de peligro.
Tentáculo oral: Igual que el rinóforo, es un órgano sensorial. Mayoritariamente se utilizan para reconocer el terreno. Su grado de desarrollo depende del grupo. |